Siluetas de la noche, que amenazan en silencio las mentes voladoras de los transeúntes.
Superan los oscuros reflejos de los espejos lúgubres del alma.
Quieren éstas apurar las vidas ajenas,
sin buscar profundidad.
De reflejos a verdades, de espejos a realidades...
Las almas y los susurros agotan su vida y en el más fugaz suspiro.
Majestuosidad del pensamiento.
- VII. 1996-
Por tu culpa Be!
Buenas noches
sssshhhhhhhhhh!!
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