miércoles, 25 de noviembre de 2009

Mi quinto tesoro. Ruri (Cocó)


Como os anuncié toca post gatuno.
Mi intención era ir por orden y contaros la historia de Tigger primero. Pero esta tarde he tenido un momento tierno y tontorrón con Rurina. Así que empiezo con ella.

“Ruri y yo”
Ruri es pequeña, peluda, suave; tan blanda por fuera, que se diría toda de algodón, que no lleva huesos…

Hace ya unos cinco o seis años, subía las escaleras de casa corriendo, como hacía siempre impaciente por ver a mis otros cuatro tesoros, cuando de repente en una esquinita del primero encontré una gatita blanca y marrón con el hociquito y orejas rosadas. Me paré sin saber muy bien qué hacer, si ella se asustaría y me atacaría o saldría corriendo con el riesgo de perderse. Pero no. Me miró y maulló.
Vivía en el primero centro así que llamé a la puerta y enseguida entró en casa.

Los años siguientes yo la veía desde mi balcón o mis ventanas.
Ella es cotilla y le encanta asomarse a las ventanas y pasar los días en el balcón cuando no hace frío.

Un buen día, mi vecino (iba a buscarle un apelativo en plan el H de la gran P, pero no nos vamos ni a molestar) rompió con su novia e inexplicablemente (porque no entiendo que nadie renuncie a sus gatos) él se quedó con los dos gatos, Ruri y su compañero. A los pocos meses él decidió traerse a casa un perro, un presa canario nada menos. Al principio, Choco, era un perro enorme, pero mono y juguetón. Era un cachorrito. Pero luego creció y claro, criado por mi vecino… digamos que no creció muy simpático. Conocéis esta raza? Suelen usarse como perros de peleas por otros H de P… No me asustan los animales pero reconozco que cruzarse con Choco por la escalera daba mucho miedito.

Otro buen día, el vecino empezó a trabajar fuera de Madrid, cosa estupenda, si no fuese porque dejaba durante semanas y meses a los gatos solos, cerrados a cal y canto al cuidado de su abuela, que pasaba una vez a la semana o menos a darles comida.
Meses después me crucé con él por la escalera y me preguntó:
- no sabrás de alguien que quiera una gata?
- Pues no sé… preguntaré por ahí. Y el gato?
- Chica, tengo un disgusto, el otro día llegué a casa y lo encontré muerto. Creo que el perro debió pisarlo o algo y como tienen esos huesitos tan pequeños… y ahora la gata se pasa el día subida en un armario, porque el perro ha echado un carácter que no veas…
No hablamos más. Ami se me cayó el alma a los pies, con estas cosas no puedo. Pero consciente de que cuatro animales son mucho trabajo y mucho dinero, intenté ser fuerte y resistirme a quedarme con ella.

Al mes y medio no pude soportar más. Oía a Rurina maullando con esa pena, sola, desde el otro lado de la puerta cada vez que subía la escalera…
Le dije al tío que vale, que se la quedaba un amigo (mentira, pero no quería que el gilipollas supiese que me la quedaba yo). Le dije que me la subiese. Y al rato aparece con la gata así tal cual;
- y sus cosas?- pregunté.
Porque me parece lógico que una gata de más de cinco años tenga unos platos o una mantita donde dormir...
y me trae un jersey (lleno de mierda que por supuesto tiré al día siguiente) el cajón de arena todo sucio, dos cuencos enormes y un saco de cincuenta kilos de un extraño pienso de colores... (os pido perdón a los que tenéis animales/gatos, porque estaréis sufriendo y todo).

A partir de ahí, la convivencia no fue fácil. Nos pasamos unas semanas llendo a las veterinarias poque de vivir entre tanta porquería la pobre mía tenía una infección de oidos brutal, que se dejaba curar con las gotas sin rechistar, y de la que sospecho perdió gran parte de audición...
Vivió durante más de un mes en la litera. No se atrevía a bajar con los otros gatos y perros. Comía allí, jugaba allí y allí le daba yo los mimos. Los dos meses siguientes conseguí que bajase al suelo y que se acostumbrase a mi gordita (Cleo), pero ella sin salir de la habitación. Y así poco a poco fue haciéndose un hueco.
Hoy ya se mueve por toda la casa y la relación con los otros dos felinos... bueno, digamos que no son amigos, pero casi siempre se respetan. Yo creo que a su manera sí se tendán algo de cariño.
Es genial cuando llevo a alguno al veterinario y cuando volvemos le hacen una auténtica exploración a ver si esta bien y dónde a estado. O cuando uno estornuda o se atraganta? y también los demás vienen corriendo a ver qué pasa :)

Mi recompensa, sus mimos, su cariño, sus juegos, su gratitud.

Esta tarde me senté un momento en la silla pequeñita para no sé que cosa y en menos de cinco segundos ella se ha sentado delante y me ha puesto esa cara de “mimos por favor, YA!”. Yo soy débil con ellos, no puedo resistirme a que me necesiten. Se ha acomodado en mi regazo y ha buscado un hueco caliente entre mi manga y mi cuerpo para meter su nariz y – rrrrrrrrrrrrrrr, ha encendido su motorcito de placer.
Y ese momento, no tiene precio. Ese momento en que ella se entrega y tú sientes su bienestar y su bienestar se transforma en bienestar y felicidad para ti…
Dueñas de gatos, solo nosotras sabemos de qué estoy hablando, verdad?

Luego he llorado un poquito, porque la ternura a veces hace que una se ponga triste, más si tienes puesta a Madonna cantando Little girl… y de repente te ves atacada por el pensamiento de lo efímero del terrible tiempo. (eh, Leo?) Pero NO, no quiero! Me quedo con este presente de amor. Sí, con todas sus letras.
Y volveré a subir las escaleras corriendo mañana con el mismo ansia de verles, cuidarles y necesitarles.
Mis tesoritos.


Por tu culpa Miss Be!
Buenas noches sssshhhhhhhhhh!!

jueves, 12 de noviembre de 2009

Una buena risotada. (Y prepostdata)

PRE POST DATA: (por si acaso)

Un breve inciso- análisis sobre el momento EleG pasado:

1º que pasado pasado, no ha pasado nada más. Por lo que me habéis contado, volvió por la tienda. Pero no hemos coincidido, con mis turnos raros.

2º respondo a preguntas comunes:
-Qué sé de ella?
Prácticamente nada. Ni siquiera sé cómo toma el café… Que se defiende bien en el escenario? Pero esto me lo ha contado Be, yo no lo sé.
-Si “entiende”, es de mi acera, equipo… y todas esas sutiles definiciones que me proponéis…
Sabéis que mi gadgeto- radar no funciona. Así que, y conociendo mi historial, diría que hay aproximadamente un 98% de probabilidades de que no, no entienda nada.
- El “click”
Pues podría haberlo sí. Creo que de ahí el arrebato. Pero no, de momento el amor no se me ha hecho bola.
- Zinemaldi,
No, no sé si querrá cantar en vuestra boda.
- si vuelve…
Si vuelve, seguramente Unión Fenosa se presente detrás para ofrecerme un contrato por la luminosidad del momento (por vergüenza o alegría, esto ya no sé concretarlo)

3º gracias por los consejos, ánimos, publicidad, puntos de vista e invitaciones vuestra hacia ella para que se pronuncie. Me sugerís que es probable que le dé cosa comentar aquí…
- EleG esta es toda buena gente, les conozco un poquito, a casi todos. Y prometo que se portarán bien. Una pequeña señal sería una cosa muy chula.

Es todo por ahora. Espero de verdad que esto tenga algún capítulo más que contar. Y el próximo día anuncio historia gatuna, que sé que os gusta.

Por tu culpa Miss Be!
Buenas noches sssshhhhhhhhhh!!

Una buena risotada.
El otro día estaba en casa, pasando el aspirador, que no sé porqué es siempre un momento como muy profundo. Quizás porque con tanto ruido lo único que una oye son sus propios pensamientos?...
y mi casa es grande! y tengo tres animales! esto son muchos minutos de profundidad!
En algún momento me sorprendí riendo. Recordé alguna de las chorradas del infiernoso trabajo, de los turnos con Myri la artista.
Y así hilando pensamientos, caí en la cuenta de lo importantes que son esos momentos de risas; esos en los que no puedes parar de reír aunque sea cosa de vida o muerte, tengas a tu jefe delante echándote la gran bronca, te duela ya la mandíbula o acabes llorando o haciéndote pis…
Pensé en mi madre, que últimamente (mira tú lo que son las cosa…) se parte de risa cada dos por tres. Con Nana, porque los bebés es lo que tienen, infinitos ratos buenos, bonitos (-no, baratos no), divertidos, sorprendentes, felices… Y también se ríe mucho de mí y mis desastres; como el otro día cuando estábamos comiendo sin hacer mucho ruido, para que Nana no se despertase y derepente de alguna manera, que aún no he acertado a averiguar, me catapulté al escote una cucharada entera de potaje de verduras, con el correspondiente ruido, manchurrón y descojone. La jodía me miraba con incredulidad y después rompía a reír descontroladamente. No pudo terminar su plato…
Y también se ríe de mis palabros y mis torpéces…
-que últimamente estoy fatal!!! Sí si, ya sé que mi despiste y mi extrema falta de concentración son inherentes en mí… pero últimamente empiezo a creer que debería mirármelo médicamente….
…Volviendo al asunto de las risotadas.
Yo no río mucho. Ya… soy una triste!
Recordé que sí lo hacía en el colegio, en los recreos con las tortugas y en quinto con Carmen.
Recuerdo momentos gloriosos en los campamentos con Sara.
Y momentos puntuales con mi hermana. Uy! Mi hermana tiene grandes momentos! No puedo evitar reírme recordando cómo se sentaba, en uno de esos asientos para gordos del autobús, al lado de una chica. Mi hermana pensaba que serían para dos. La chica… no se atrevió a decir ni mú.
Las caídas de Patty; cómo puede una persona caerse, pero caerse del todo! Estando quieta? La pobre mía ha paseado las rodillas por todas las escaleras del metro de Madrid.

Todos estos son recuerdos algo lejanos, pensé…
Se me habrá roto algo?
Y entonces caí en la cuenta de que últimamente los turnos en el infiernoso trabajo con Myri la artista, tienen grandes momentos de risotadas. No sé si es ella, soy yo que voy predispuesta a pasar un buen rato o es el hado, que me invita a no olvidar esto tan importante para el espíritu. Gracias Myri, gracias hado, gracias a mí, que voy curando pupas.
Gracias a todas por las risotadas futuras.

martes, 3 de noviembre de 2009

EleG.

Empiezo sección muchísimo más interesante…
He estado un rato pensando en cómo llamar a estas cosas que alguien, tan cobardita y tímida como yo, hace en momentos inesperados hasta para ella… Mis arrebatos?
Así se queda de momento, hasta que lo lleve a la “asamblea tortuga” y dé el visto bueno o rebautice la sección con algo… más mejor.

“El arrebato” de hoy noooooooooooooooooo… no es la veterinaria, como todas esperabais. Pero sí, de chicas va la cosa. La llamaremos EleG.
EleG es una niña super mona, en la que ya me había fijado televisivamente tiempo atrás ¡!.
Hace un par de semanas estaba en el infiernoso trabajo cuando llegó ella a tomarse un café y enredar un ratito con el portátil. Al principio ni la reconocí, fue el compañero de seguridad el que vino a cotillear;
- mira, esa es EleG.
Y yo pensé para mí, ah! Claro (claro que ya me había fijado yo en ella por algo)…

Hoy, que ha sido un día durillo y largo, porque era mi séptimo madrugón y ya sabéis que Punto de Luz ni corre, que es cosa de cobardes, ni madruga tantísimo porque al cuarto día se cae por las esquinas, pero cosas de la vida laboral… ahí he aguantado yo la semana.
A lo que iba; hoy, justo cuando mi compañera Petite se iba de descanso, ha entrado ella, ha pedido su café, hemos hablado sobre su tarjeta vips y se ha sentado de nuevo con su portátil.
Y aquí llega mi arrebato:
ni corta ni perezosa, tras una larga deliberación con mis mises mismos, me he metido en la oficina y he escrito una gilipollez en un folio que decía algo así;
“…como una loca… te doy la dirección de mi blog, por si, por la más remota casualidad, te entra curiosidad”
- qué vergüenza! Madre! (Reíros reíros…)
Y es que si Punto de Luz no dejase una constancia escrita de sus momentos declaratorios, ya no sería Punto de Luz…
Que si le he dado el mensajito? Sí señoras… se lo he dado.
He esperado a que saliese de la tienda y allí en plena calle Fuencarral, vestida de uniforme, con mi careto de sueño y agotamiento, y completamente roja y luminosa como una linterna de vergüenza, es decir bella bella, la he entregado el papelito. Y la he soltado cuatro estupideces seguramente medio tartaja que ni recuerdo, bueno, sí recuerdo una (que casi peor recordar, puf) he concluido mi momentazo diciéndole que por favor no se sintiese incómoda y que no dejase de venir por mí, que lo máximo que podrá pasar es que venga y yo rece por que me trague la tierra cuanto antes. Ays…

La pobre ha sido amable. Seguramente me ha tomado por una más de esas fans. No me conoce… no sabe que soy tan poco fan que ni la mismísima Shirley MacClaine…
No me conoce y yo le he dado la dirección de este desastre de blog al que todavía no consigo acceder a la primera, porque se me olvidan las claves y las direcciones. Espero que no se le haya ocurrido entrar antes de que yo publique esta entrada! O que haya intentado entrar y haya acabado en la otra página de una señora mayor y rara (palabras de Myri la artista) que también es Punto de Luz…

Entrada en la que debería ocurrírseme algo lo suficientemente ingenioso como para que quisieses saber algo más de mí…
Y en la que aprovecho para darte las gracias y mandarte un beso, por eso, por haber sido amable. Y… quizás un café fuera de horario laboral EleG?

Amigas y conocidas! Hablarle bien de mí!
Cuando se os pase el ataque de risa…
No, no he estado muy inspirada… pero bueno c´est la vie…
Por tu culpa Miss Be!!!
Buenas noches, ssssshh…. Buenas noches EleG